11 FLMNC'S

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sábado, 15 de febrero de 2014

2 nuevas inquilinas.

Eran las 12:30 de la mañana. Abrí los ojos y veo que Antonio sigue dormido. Toby vio que me desperté y se arrimó a la cama en la que yo estaba durmiendo. Para joder a Antonio y para que se levantara de la cama, cogí a Toby y se lo puse en la cara. Antonio no se dio ni cuenta y seguía durmiendo. Salí de la habitación con Toby y bajamos al salón. Ya estaban todos despiertos con el desayuno encima de la mesa, incluido el mío. Vi a Laura sola, y la pregunté por el chaval que se trajo a casa. Me dijo que roncaba mucho, y que a las 9 de la mañana no aguantaba más y le echó de casa. Empecé a reír. Aparecieron Evelyn y Chanel por la puerta de la terraza. Toby salió disparado hacia Chanel. Desayuné y Evelyn se sentó conmigo. Me dijo que se encontraba un poco mareada, y que el beber tanto termina pasando factura. Recogí mi desayuno y me salí a la terraza. Hacía muchísimo frío, pero Cristina me dejó su abrigo. Parece que todos estaban medio mareados con dolor de cabeza, y al parecer, más de uno se había levantado por la noche a vomitar. Vemos que Susana subió a su habitación, pero no le dimos ni la mínima importancia. Suena el timbre el timbre de casa, e Iván y Laura salen corriendo a la puerta para abrir y ver quien es la persona que llama. Era Lucía, la hermana de Alicia. Entró Lucía por la puerta medio llorando, con el rímel corrido por la cara, y medio despeinada y con una maleta pequeña. Alicia entró corriendo desde la terraza a la entrada, y al ver a su hermana medio llorando la abrazó. Nos pidió que las dejaramos unos minutos solas para hablar. No sabía el por qué de porque estaba así. Pasados 10 minutos, entran las 2 por la puerta del salón y Alicia se puso muy seria. Lucía había discutido con sus padres y nos pidió por favor que si se podía quedar con nosotros aquí durante un tiempo. Nos dijo que pagaría su parte del alquiler y que haría todo lo que tuviera que ser. Era obvio que se quedaría, ya que con Lucía habíamos pasado también muchas tardes en nuestra época joven. Baja Susana por las escaleras llorando de la emoción. La habían dado una beca para estudiar en Valencia y se tenía que ir en nada. Bajó con sus maletas y se despidió de nosotros. ¡TE ECHAREMOS DE MENOS! gritamos todos mientras ella lloraba de la alegría, y de la pena a la vez. Lucía, puedes quedarte con mi cama si quieres, he oído todo lo que has dicho, y siento mucho que hayas discutido con tus padres. ¡ADIÓS! Esas fueron sus últimas palabras. Era mucha la casualidad de todo lo que nos estaba pasando. Llegaba una y se iba otra. Eran las 3 ya casi, y comimos disgustados por la despedida de Susana pero a la vez alegres por la llegada de Lucía. Terminamos de comer todos y recogimos los platos. Alicia, Evelyn y Lucía estaban hablando de que Lucía mejor dormiría con ellas, que compartiría Alicia su cama con Lucía. Eran las 4 o por ahí cuando estábamos todos en el sofá sentados viendo una película en la tele cuando de repente vuelve a sonar el timbre. En este caso, fui yo solo a abrir la puerta. Era Soraya, que había venido a Madrid durante una temporada, ya que ella vive en Barcelona, pero por motivos personales se ha venido aquí. ¡SORAYAAAAAAAAAAAAA! ¿CÓMO QUE TÚ POR AQUÍ? Soraya vivía en Madrid cuando éramos pequeños, pero por tema de estudios y de trabajo se tuvo que mudar a Barcelona. Me puse a llorar nada más verla. Había pasado 1 año o por ahí desde la última vez que la vi. En cuanto grité Soraya todos vinieron corriendo a verla. Ninguno se lo creía. La dimos 2 besos todos y la preguntamos que como sabía que vivíamos aquí todos. Laura empezó a reir. Laura la dio la dirección, porque ella sabía que iba a venir. La verdad que esta sorpresa era una de las mejores que me habían hecho en mi vida. Reencontrarnos todos los amigos de la infancia juntos. Era obvio que se tenía que quedar en nuestra casa a dormir durante esa temporada que pasara aquí. ¿Puedo? preguntó Soraya. Antonio la ofreció que se quedara con él a dormir, ya que de momento tenía una cama libre en su habitación. Soraya empezó a llorar y a reír a la vez de lo emocionada que estaba. Subimos las cosas de Lucía y de Soraya a sus respectivos cuartos. La cama que quedaba libre en la habitación de Tamara y Elena la llevamos a la habitación de Alicia y Evelyn para que Lucía durmiera en esa cama. Dejaron las maletas, colocaron la ropa en los cajones y armarios y les enseñamos la casa a las 2. Alucinaron cuando vieron la piscina del patio. Estaban deseando que ya fuera verano para hacer fiestas ahí. Fuimos todos al salón y nos sentamos todos en el sofá mientras que algunas de las chicas se subieron a las habitaciones a dormir.

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